Adolfo Canales, Presidente Regional del Colegio de Contadores

En los años 90, la Operación Renta era con máquina de escribir. El SII entregaba tacañamente los formularios y siempre el plazo ha sido un problema. Aprendimos a digitar rápido y seguro, porque no se aceptaban borrones, y la aplicación del corrector o típex, pasaba a ser una práctica casi renacentista. Se suma la digitación de los formularios de capital propio para presentar en las municipalidades, detallando las cuentas contables para evitar que el funcionario municipal se agite cuadrando.

Comenzó la digitación en página web minimizando los errores, y el formulario ayudaba con los totales y el cálculo del impuesto global complementario. Ya no necesitábamos tener la calculadora al lado de la máquina de escribir. Bienvenida la tecnología.

Pero el SII se engolosinó con este avance, y los jerarcas en alguna reunión creativa habrán concluido que, al existir la informática podían pedir más y más información. Y vieron que el proceso era tan bueno que, ellos, el elogiado SII confeccionarían los formularios de renta con los datos que cargaron los contadores, demostrando eficiencia pública, y diciéndole al contribuyente, “con un solo clic envía tu declaración de renta que el SII tiene preparada para Ud.” Se lo repitieron tantas veces que lo creyeron, a tal punto que convencen a presidentes y ministros, pero eso nunca ha sido así. Y al darse cuenta de la responsabilidad que involucra hacer una declaración de renta, agregaron una letra no tan chica, que dice: “tenemos una propuesta preparada para Ud.” quitando la certeza.

Hoy, al digitar en la operación renta, nos acompaña un odioso funcionario informático virtual del SII que pide: ratificar la casilla de email de los clientes, detalles innecesarios del uso de viviendas; exige que el formulario cuadre con el del año anterior, y aunque coincida, no deja procesar; y “desconecta” el servidor, conocido como el famoso error 500. Los contadores están acostumbrados a la presión, curtidos con 30 años de informática. Pero lidiar con un funcionario virtual ignorante, que bloquea celdas a su capricho impidiendo el ingreso de datos es un insulto a nuestro trabajo y a nuestros clientes(a), así como las respuestas fuera de plazo a los requerimientos planteados en la mesa de ayuda.

Pasada las 17:00 horas del día de vencimiento del pago de impuesto a la renta, el SII recién liberó los bloqueos inconsecuentes de la página, con los cuales luchamos todo el mes. En una escaramuza de última hora reconocen su error, pero solo a quienes pidieron soluciones y sin difusión por redes sociales ni otros medios, quizás porque magnifican el daño que provocaron. ¿Tendrá la Contraloría General de la República que intervenir con una auditoria informática? o ¿seguiremos viviendo de las glorias pasadas, ya fracasadas en los últimos 6 años? De la Defensoría del Contribuyente no espero nada, pero si del Colegio de Contadores de Chile A.G. como promotor de la protección de las actividades propias de la profesión.

FUENTE : https://elpinguino.com

https://elpinguino.com/noticia/2024/05/05/el-odioso-virtual